El paso del tiempo a veces puede ser el peor enemigo para los procesos judiciales, sobre todo para los casos complejos a los que les toma años poder llegar a un debate oral. Eso es lo que estaría sucediendo en el juicio por la sedición policial que derivaron en los saqueos de diciembre de 2013. Ayer, se presentó Carlos Ismael Acosta, jefe de los motoristas del servicio 911 en esos tiempos, y un testigo clave para el caso, ya que fue uno de los pocos miembros de la fuerza con oficiales a su cargo que estuvo presente en la Subjefatura durante los tres días que duró la revuelta. Pero poco fue lo nuevo que pudo aportar ya que debido a los diez años que transcurrieron y a problemas de salud su memoria se vio afectada, por lo que tuvieron que introducir por lectura testimonios viejos de él.
Durante las casi cuatro horas que duró su declaración, “no recuerdo” y “si está así en el acta de la fiscalía debe ser así”, fueron las frases más repetidas por el ex jefe de la motorizada cuando los fiscales y abogados daban lectura a distintos expedientes con declaraciones realizadas por él ante la Fiscalía años atrás. Ante los cuestionamientos de las partes sobre por qué no recordaba los hechos, Acosta contó que sufrió un ACV hace aproximadamente dos años y ello, sumado a su edad, le causaría dificultades para poder rememorar detalles claves de lo que pasó.
Pese a los inconvenientes, Acosta pudo reconstruir momentos de esos días e identificar a algunas personas. Lo primero que recordó fue que el domingo 8 de diciembre de 2013, él llegó al relevo del turno de las 22 y sólo logró sacar cuatro motocicletas para que los miembros del 911 pudieran salir a trabajar en el horario nocturno. “Ahí se recrudece la protesta, no nos dejan sacar las otras motos y el personal policial que fue al relevo se quedó en la Subjefatura, listo para salir, pero nos impedían la salida”, manifestó en su declaración. El auxiliar fiscal Gerardo Arch le preguntó si en ese grupo de manifestantes que le impedían la salida estaban Ángel Chaile y Diego Herrera a los que el ex jefe dijo que sí. Además contó que lo hostigaban para que se uniera a sus manifestaciones.
Durante la madrugada del lunes 9, alrededor de las 0.30, Acosta dijo que Chaile ingresó junto a Federico Castro y Walter García, le pidieron hablar con el personal que aguardaba para salir a trabajar, le dijo que no e intentó detenerlos, algo que fue imposible porque ellos eran 25 y los manifestantes alrededor de 200. Horas más tarde, a las 3 de la madrugada, hubo otro incidente. Ingresaron Chaile, Castro, García y un grupo de sediciosos con sus rostros tapados, le quitaron nueve motos al personal del 911, las llevaron a la calle y se produjo un intercambio de golpes. “Era entre nosotros y ellos, pero era imposible continuar porque nos superaban en número ampliamente”, dijo Acosta en su declaración. Arch le consultó si estas personas estaban armadas, a lo que el testigo le respondió que los uniformados si tenían su arma, pero que no vio a ninguno de ellos ejecutarla.
El martes 10 aproximadamente a las 17.30, Acosta recibió un llamado del ex subjefe de Policía, Víctor Sánchez, preguntándole si había posibilidad de restablecer el servicio del 911. “Le dije que sí y se comenzó a normalizar el servicio. Una vez que sacamos las motos y autos, vimos que volvía una comisión de Casa de Gobierno, entre los que estaban Herrera y Chaile a cara descubierta”, manifestó el testigo.
El ex jefe del 911 dijo que durante esos tres días sólo mantuvo comunicación con Sánchez y que jamás pudo contactarse con el jefe de policía de ese momento, Jorge Racedo. “El subjefe habló conmigo personalmente; me preguntó sobre la situación y su orden siempre fue que salgamos a trabajar”, explicó.
Al escuchar esto, la defensora oficial María Marta Contreras Cuenca introdujo una declaración de Carlos Romano, el segundo comisario a cargo del 911 en diciembre de 2013: “Lo que Acosta y yo hicimos esos días fue resguardar la integridad física de todo el personal y los instrumentos de trabajo. Las órdenes que Acosta y yo transmitimos, fueron las que le dieron a él sus superiores por teléfono. Una de esas órdenes era no salir a trabajar, permanecer a la espera de que el problema se solucione y en caso de que se resuelva normalizar el servicio y distribuir al personal”, leyó la abogada, y le preguntó: “¿puede ser que haya sido esa orden y no la de salir a trabajar?”. A lo que Acosta volvió a repetir con seguridad que “la orden siempre fue que salgan a trabajar, pero no teníamos cómo salir”.
Está previsto que hoy el ex jefe del 911 termine de ser interrogado y que también se presente frente al tribunal Carlos Romano. (Producción Periodística: Micaela Pinna Otero)
Reconocimiento: los defensores le consultaron a Acosta por el accionar de seis imputados
Los defensores de los 43 imputados aprovecharon para preguntarle a Carlos Ismael Acosta por algunos de sus asistidos, que habrían formado parte del 911 y que se sumaron a la revuelta policial.
Entre los mencionados estaban Adrián Marcelo Ruiz, Franco Leonardo Jerez, Diego Benicio Galván, Armando Medina, Mario Galarzo y Marcelo Norberto López.
Al comienzo, a Acosta le costó recordar algunos nombres, pero finalmente, y con ayuda de la lectura de declaraciones antiguas, dijo que “de las personas que me nombraron, no recuerdo haberlos visto cortando el tránsito, esgrimiendo armas de fuego para obligar a sus compañeros a sumarse a la manifestación, ni tampoco siendo cabecillas de la revuelta”.